Capablanca, junto con Perot Rocaguinarda y algunos bandoleros llegan al campo de refugiados de Els Alfacs en San Carlos de la Rápita. Allí las galeras del rey embarcan a los moriscos para llevarlos a puertos africanos, en cumplimiento de la orden de expulsión decretada por el virrey de Cataluña.
Capablanca conoce a Aisha, una refugiada, y sus destinos se entrecruzan. Mientras, Perot Rocaguinarda y los suyos roban una galeota para transportar los doblones y poder huir a través de las marismas del Delta del Ebro.
Empresa harto difícil ya que son perseguidos por un destacamento de soldados del Tercio de Nápoles.