No pretendo pontificar sobre la valía de las Intervenciones y las tácticas ciberguerrilleras. Tampo herir más sensibilidades de las necesarias. No vaya a ser que abortemos "las embrionarias subjetividades revolucionarias, reticulaes, rizomáticas " que puedan leernos. Que vaya usted a saber qué ocurriría si, tras leer este libro, actuasen ustedes como guevaristas de Internet. Imaginémonos practicando foquismo telemático, durante al menos media hora al día, desde el ordenador de la gran (o ridícula) corporación para la que trabajamos, haciéndole la Pascua. Por soñar que no falte, y por otra parte, nada más reaccionario que un agorero de lo que todavía no se ha intentado.