FRIEIRO PADÍN, PAULA / GONZÁLEZ - RODRÍGUEZ, RUBÉN
La conducta suicida, que comprende tanto el suicidio
como las ideaciones y los intentos, constituye
un grave problema de salud pública. Ante
esta problemática, el Trabajo Social debe desempeñar
un papel clave, trabajando en conjunto
con otras disciplinas para ofrecer apoyo y estrategias
efectivas tanto a las personas en riesgo
como a su entorno. Las profesionales del Trabajo
Social, como principales proveedoras de acompañamiento
y atención social, trabajan en una
amplia variedad de contextos y se encuentran en
una posición estratégica para intervenir con personas
en riesgo de conducta suicida. Ante esto,
en los últimos tiempos se ha comenzado a promover
la inclusión de la conducta suicida en la
agenda del Trabajo Social, tanto en el ámbito de
la investigación como en el de la intervención.
Esto implica que la comunidad del Trabajo Social
debe involucrarse activamente en la investigación,
evaluación y diseño de programas preventivos y
de intervención, dirigidos no solo a quienes están
en riesgo de suicidio, sino también a aquellas
personas que se enfrentan a duelo por suicidio.