Panóptico planta sus raíces en casos recientes de funcionarios que denunciaron casos de corrupción municipal y acabaron desvelando tramas criminales organizadas en el seno de diversos partidos políticos. Sin embargo, y pese al valor ejemplar de su acción, los denunciantes sufrieron sus consecuencias más que los propios acusados. El poder político establecido les sometió a acoso, persecución, aislamiento social y difamaciones públicas, con el fin de desincentivar futuras delaciones y convertir una obligación ciudadana en un acto heroico.