De ser prácticamente unos cantantes marginales y vistos con desdén hace no más de 30 años, los contratenores han pasado a convertirse en auténticas estrellas seguidas con fervor por el público. Sin duda, su creciente protagonismo en el repertorio barroco ha tenido mucho que ver en esta popularidad, pero ni mucho menos se limita a él, puesto que también desempeñan un papel destacado en la creación más estrictamente contemporánea. Su emisión prioritaria en Mecanismo 2 en ámbito de alto o mezzo desafió las expectativas de la inmensa mayoría de las audiencias clásicas. Y en su valoración no ayudó mucho el que, desde tiempos pretéritos, se aplicase a su fonación el insidioso término de falsete, con lo que conllevaba de sugerir falsedad o artificiosidad. Partiendo del establecimiento de los cuatro patrones mecánicos de fonación, el autor aborda la figura del contratenor con un carácter global: su historia, su correcta clasificación, su técnica vocal, su presencia en la interpretación históricamente informada ? En suma, El contratenor, estudio sólido y exhaustivo, es la reivindicación de una voz determinante