Hoy día, vivimos deprisa, a un ritmo que nos condiciona y nos limita a la hora de relacionarnos con los demás. Pasamos horas en las redes sociales, pero seguimos diciendo que nos falta tiempo, que nos gustaría estar más con la familia, quedar con los amigos y amigas, o poder dedicarnos más a nosotros mismos. Leer un libro, disfrutar un paisaje, dedicar toda una tarde a ver series o simplemente, ver el bullicio de la ciudad, sentado en cualquier parada de metro. Aun así, antes de dormir, inconscientemente hacemos una valoración y sacamos a relucir todos esos sentimientos que hemos almacenado al cabo del día. Hemos tenido que presenciar todo tipo de momentos, buenos y no tan buenos, situaciones inesperadas que nos han llevado a desesperar, hasta llegar al punto de querer tirar la toalla y de no saber que poder hacer más. Pero continuamos, porque a pesar de tener incontables cicatrices en el corazón, existe una fuerza superior al resto que ha permanecido intacta en nuestro interior, y por la cual seguimos aquí, sin perder del todo la ilusión. Que siempre nos hace ver que sí, que el amor es complicado, pero al final, siempre merece la pena. Y es por eso que yo, lo tengo claro. Me quedo contigo.
