¿Hasta qué punto debes arriesgarte si te has enamorado? Bastian Bellfort, un caballero rico y bien posicionado, acostumbrado a vivir bien y a no responder ante nadie, va siempre a la misma floristería de Piccadilly a comprar flores para sus amantes, principalmente bailarinas y actrices, mujeres de gran belleza cuyos corazones han perdido hace mucho toda ilusión sentimental. El detalle de los ramos que les envía es la única cortesía romántica que se permite, y le gusta escogerlos por sí mismo. En realidad, forma parte de la diversión. Pero, un día, al entrar en la tienda, comprueba que quien atiende es una joven que no había visto nunca. Y el aroma a flores, a mundo luminoso y puro que parece seguirla a cada paso, todo lo cambia. Rose Larson acaba de llegar a Londres para ayudar a su tía con la tienda de flores, ya que la necesita y siempre se le han dado bien, pero no ha sido un viaje que ella eligiera. Acostumbrada a la sencillez del campo, a la tranquilidad de su querida aldea, está abrumada por la opulencia de la ciudad y por la gran cantidad de gente que la habita... Y, por si eso no fuera suficiente, en su primera mañana de trabajo ha conocido al caballero de sus sueños, un hombre atractivo y carismático que entró en la floristería a comprar el ramo de rosas más grande y bonito que Rose haya visto nunca. ¡Lástima que las estuviera comprando para otra mujer! ¡Y qué mujer! Una actriz muy conocida, cuyos retratos llenaban periódicos, revistas y carteles, y que le pareció bellísima. Esa noche, al apagar la luz, no dejaba de pensar en lo mucho que querría ser como ella, una mujer de mundo, hermosa y sofisticada, para que alguien como él le regalase uno de aquellos hermosos ramos. Pero cuando, al día siguiente, fue a ella a la que el señor Bellfort compró flores, no estuvo segura de haber hecho bien en desearlo. ¿Será posible confiar en que, de semejante relación, pueda surgir un amor verdadero?
