Este relato muestra las vidas apasionantes de cuatro mujeres de una familia, unidas por un mismo espíritu alentador: el dinamismo de la mujer africana. La historia comienza con Akoko, hija y esposa de jefe, que posee una gran personalidad, entereza y sentido de la justicia. Su fe en valores como el amor a la familia, el trabajo o el respeto a la tradición, fecundará a sus descendientes durante generaciones: ella es la fuente donde nace el río de su familia. Su hija, Maria Nyabera, golpeada por el dolor y la muerte, logra la paz interior tras convertirse al cristianismo. Elizabeth Awiti -hija de Nyabera- y su nuera Wandia consiguen armonizar la tradición con la cultura occidental. El talento narrativo de la autora refleja el papel clave de la mujer en la historia reciente de Kenia, a través de un relato cálido, lleno de humanidad y salpicado casi por igual de lágrimas y risas. La doctora Margaret A Ogola es keniana, está casada y tiene cuatro hijos. Su padre fue jefe administrativo de la región de Rumuruti; su madre ha sido una gran narradora de historias. Margaret ha heredado de ella ese don natural. Su actividad profesional se ha orientado siempre hacia la promoción de la familia y la salud. Hasta 1994 ha ejercido como pediatra en el Kenyatta National Hospital, y desde 1966 hasta 1999 ha sido Directora de la Family Life Counselling Association of Kenya. En la actualidad es directora médica del Cottolengo Hospice, para huérfanos con SIDA, y Secretaria nacional de la Comisión para la Salud y Vida familiar del Secretariado Católico de Kenya. En 1999 ha sido galardonada en Ginebra con el 'Familias Award for Humanitarian Services'.