La poesía de Carlos Ramos mana desde las grietas mismas de la existencia, de estos poemas rezuman palabras húmedas y palabras secas, el poema es la grieta desde la que el poeta habla. [?] una belleza traspasada por otra belleza: para poder describir la experiencia, o simplemente escribirla, esta debe aniquilar. Su poesía se alza en el aniquilamiento del ser para poder volver a ser» (Miguel Ángel Curiel).