El camino que recorremos está repleto de lugares comunes en los que no solo nos encontramos a nosotros mismos, sino que podemos comprender que todos marchamos a la sombra de unas condiciones sociales que compartimos donde el paradigma actual nos marca cómo debemos de sentirnos acordes a un discurso de la individualidad en el que solo hay cabida para la felicidad encubierta y un supuesto éxito personal que pretende camuflar el dolor y la miseria.
Bajo un cielo gris pretende ser un alegato poético contra el pecado de la indiferencia y dar cabida a las emociones que atravesamos bajo la visión del autor, que trasciende de lo personal a lo colectivo y de lo colectivo a lo personal, adentrándose en uno mismo para desembocar en una orilla común.