En el año 1922, Edmund Husserl fue invitado por la Universidad de Londres para pronunciar un ciclo de conferencias que se han convertido en una verdadera introducción a la fenomenología.
El punto de partida propuesto por el pensador alemán es el despojamiento (epojé) de todo saber previo, para así tratar de comprender el sentido originario de la vida natural.
En el fondo, el autor está proponiendo al lector un ethos que radicaliza la historia de la filosofía, desde su misma fundación socrático-platónica hasta el descubrimiento cartesiano de la subjetividad. Es justamente en este contexto donde se puede entender, como punto de llegada, la fenomenología trascendental.
Por lo que respecta al método fenomenológico, su objetivo consiste en hacer de la filosofía la lógica de todas las ciencias; no en vano, la fenomenología es la única ciencia capaz de autofundarse. Ahora bien, para lograr esto deberá esforzarse por establecer la relación originaria entre los principios aprióricos sobre los que se funda, sin perder jamás de vista «la libre autodeterminación» del sujeto que quiere conocer verdaderamente.
Edmund Husserl (1859-1938) es el padre de la fenomenología trascendental y uno de los grandes pensadores del siglo XX.