Ambientada en la década de 1950 en Chicago, Nueva York y Iowa City, Deudas y dolores presenta un brillante retrato  ficcional de los Estados Unidos de mediados del siglo XX, caracterizado  por limitaciones sociales y éticas y por unas obligaciones morales muy distintas a las de hoy.  Recién licenciado del ejército que intervino en la guerra de Corea, toda  todavía bajo el impacto de la reciente muerte de su madre, liberado de  viejas ataduras y en ávida búsqueda de otras, Gabe Wallach se siente  atraído por Paul Herz, estudiante graduado de literatura, y por Libby,  la temperamental y vehemente esposa de Paul. El deseo que siente Gabe de  vincularse al ordenado «mundo de sensibilidad» que encuentra en los  libros se ve puesto a prueba por la anárquica lucha de los Herz por  adaptarse a una vida adulta responsable y más tarde, impulsado por el  deseo de vivir seriamente y de actuar con generosidad, Gabe tropieza con  una prueba insuperable en la persona de Martha Reganhart. La compleja relación entre Gabe y Martha, y el entusiasmo moral de Gabe  por las tribulaciones ajenas, constituyen el núcleo de esta novela trágicamente cómica. Reseñas:
«Un libro valioso, lleno de incidentes, irónico, triste e, incluso en su  escena más desoladora, en cierto modo divertido.»
Elizabeth Hardwick, Harper's Magazine «Una primera novela de una madurez asombrosa.» James Atlas «Es un reportaje contemporáneo de mirada clara y mente tenaz, y tiene  todas las virtudes de este joven escritor: franqueza, decisión y, sobre  todo, una vitalidad inquebrantable que promete que sus lectores no lo dejarán ir. Llamará la atención.» Kirkus Reviews «Deudas y dolores es una prueba más del asombroso talento del Sr.  Roth. Esta es una novela torpemente construida, pero morbosamente fascinante. Su tensión emocional es angustiosa, su perspicacia  psicológica convincente. El Sr. Roth tiene un oído excepcional para el  diálogo coloquial. Es un narrador eficaz, aunque prefiere contar muchas  historias por separado antes que una única historia. Es tan seguro e  incisivo con los personajes secundarios fugaces como lo es con sus  protagonistas. Y no tiene absolutamente ningún gusto o sentido de la  moderación en absoluto. Esto último, por supuesto, se considera una virtud literaria en algunos círculos.» Orville Prescott, The New York  Times  «[Roth] tiene el mejor ojo para fijarse en los detalles del estilo de vida americano desde Sinclair Lewis.» Stanley Edgar Hyman «Roth no ha estado nunca muy interesado en teorías y experimentos  estéticos y cuando habla de escribir bien una historia lo hace, como  cualquier artesano, con una comprensión práctica de los materiales que  utiliza y las técnicas necesarias para realizar ese trabajo.» Al Alvarez, The Guardian