El protagonista de esta brillante novela detectivesca, Vice (así apodado por su cargo de vicecomisario de policía), es un hombre peculiar: escéptico, carcomido por el cáncer pero fumador empedernido, tiene colgado en su despacho el grabado original de Durero El caballero, la muerte y el diablo. Vice investiga el asesinato de un poderoso abogado y político, un crimen aparentemente cometido por unos terroristas que se hacen llamar «los Hijos del 89», en alusión a la Revolución francesa. Y mientras el vicecomisario se adentra en los entresijos del caso, esta ágil y sarcástica ficción policiaca va convirtiéndose como ocurre en la mayoría de obras de Leonardo Sciascia en una amarga y lúcida reflexión sobre la desconcertante verdad del mundo en que vivimos, un mundo del que «el diablo estaba tan cansado que prefería dejarlo todo en manos de los hombres, más eficaces que él».