Desde que en el siglo xix surgieron tanto la fotografía como la psicología experimental ha habido una colaboración fructífera entre ellas. Como resultado, algunos aspectos esenciales de la fotografía como disciplina artística y documental, tales como las preferencias estéticas, la lectura e interpretación de imágenes, su impacto emocional en el observador o el proceso creativo, pueden entenderse mejor a la luz de la psicología. Por otra parte, la fotografía ha supuesto una interesante herramienta de autoconocimiento, terapia y crecimiento personal, que ha sido utilizada tanto por fotógrafos y fotógrafas como por profesionales de la psicología o la intervención social.
Este texto, escrito por el director del único seminario universitario sobre Fotografía y Psicología impartido en España, contribuye a paliar la laguna de publicaciones sobre esa relación en nuestro país, y ofrece las claves esenciales para comprenderla con una escritura tan amena como científica. Con él se inicia la colección «Mil palabras», de vocación