«Nunca imaginé que una agresión sexual que sufrí de niño podía destruir también mi vida de adulto.
Aunque aquella penosa experiencia quedó sepultada en lo más recóndito de mi memoria, mi cuerpo no dejó de mandarme gritos de auxilio en forma de dolencias, miedos y hasta dificultades para relacionarme serenamente.
Durante casi cuarenta años permanecí atrapado en la negación de aquel trauma. Pero un día estalló todo: interpuse una denuncia y, por fin, hablé. Creí que aquello me ayudaría a sanar, pero la vida que había vivido se desmoronaba.
Entre los escombros, una pregunta no dejaba de resonar en mí: ¿por qué ser sacerdote cuando había sufrido abusos de uno de ellos?
Nuestro futuro no está escrito. Siempre es posible renacer cuando, desterrado el odio y la venganza, se busca la justicia que repara la propia dignidad y restablece el orden del mundo».
Patrick C. Goujon (1969) es profesor de teología espiritual y dogmática en el centro Sèvres de París. Pertenece a la Compañía de Jesús.