Si tienes una esto ya lo sabrás, una amiga no solo es la mejor compañera de
aventuras, una compinche perfecta para conspirar y una fuente inagotable de chistes
internos.
A veces, el amor te obliga a hacer cosas por el bien de los demás, incluso cuando
sabes que, al hacerlo, esa persona podría llegar a odiarte. De esto va Nueve Gatos,
del amor verdadero por tus colegas, tu familia y tus compas.
Pero no te engañes, esta novela también es una oda a la pasión religiosa por el
crujiente de un huevo-gamba, a la adoración de unos ideales que podrían destruirte, a
la ternura con la que se coloca la aguja de un tocadiscos y a ese requiebro en el alma
que produce la venganza.
Nueve Gatos es el exorcismo del fantasma de una ciudad que se pela de frío en
invierno y se achicharra en verano. Todo ello contado a través de las entretelas de una
familia normal. Ya sabes, de esos que cambiaron la casa del pueblo por los bloques
sin ascensor (social) para llenar los bolsillos corruptos de las otras familias, las de los
apellidos compuestos. Esta novela es el presente de todo lo que queda de eso, que no
es poco, y de qué se puede hacer con esos demonios que, a veces, son personas, y
otras, ideas.
Tienes entre tus manos puro antifascismo, odio de clase y unas ganas increíbles de
construir algo nuevo y brillante.