Intelectual precoz, fervorosa política, comprometida con el sufrimiento ajeno, atada a la realidad de su época no solo por sus ideas, sino también por sus manos y su corazón, Simone Weil era, además, una buscadora de la belleza. O, más bien, una admiradora de ese misterio, como ella misma la definió, aunque ello no le impidió tratar de comprenderla y registrarla en sus escritos.
En un ejercicio de búsqueda apasionada, Pau Matheu, filósofo y experto en la obra de Simone Weil, ha seleccionado y traducido pasajes que la intelectual francesa dedicó a la belleza: a describirla, a observarla, a intuirla, a intentar asirla para luego dejarla libre, como corresponde. Una recopilación distinta, única y exquisita que nos acerca a Weil de un modo singular y, con suerte, trae algo de redención a los años oscuros que le tocó vivir.