Cuando la joven Beth Mullen regresa a su casa, donde vive con su hermana gemela, Rachel, el silencio sepulcral que la recibe le provoca escalofríos. Beth sube las escaleras a toda prisa y encuentra a su hermana tumbada en la cama, con el cuerpo rígido y sus ojos azules cerrados para siempre. En cuanto la inspectora Lottie Parker llega a la escena, sabe que han asesinado a Rachel.