El sector automoción está inmerso en una transformación incuestionable. Es un momento de transición y de disrupción, donde la tecnología, la movilidad y la sostenibilidad concurren en este momento de tiempo y han alcanzado ya una madurez en su demanda y su aceptación como commodities de hecho. A esto debemos sumarle la complejidad experimentada por el consumidor, debido a la confluencia de tipos diversos de consumidores que acceden todos ellos a los mismos productos y servicios
, pero con necesidades e intereses muy distintos. Esto obliga a las empresas a tener que adaptar sus productos, pero también sus mensajes, a las necesidades de buyers personas muy diversos.
En este contexto, Volvo Cars decide abordar una estrategia empresarial encaminada hacia una profunda evolución de sus productos, que va hacia la electrificación de sus automóviles. Su visión y su propósito están definidos, pero existen determinados aspectos que afectan de manera no muy positiva a Volvo Cars y que se deben trabajar y corregir, ya que podrían ser auténticos stoppers en el camino que debe recorrer.
