Los alimentos crudos son una poderosa fuente de salud. Las investigaciones de los usos clÃnicos de las dietas crudÃvoras no dejan lugar a dudas: aumentan la resistencia frente a la enfermedad y el envejecimiento, y son fundamentales para mantenerse vital y con buen ánimo. ¿Por qué? Las caracterÃsticas bioquÃmicas de estos alimentos se mantienen intactas, mientras que los alimentos cocinados pierden o ven modificado su contenido en vitaminas y minerales asà como su fuerza vital. El resultado es un desequilibrio bioquÃmico que bloquea los mecanismos de autorregulación del organismo y acaba enfermándonos.