CENTRO DE INICIATIVAS CULTURALES DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA
Hace tiempo que las palabras cedieron su lugar a la preeminencia de lo visual. La velocidad de comunicación de una imagen y su fácil lectura apresa la mirada, transforma los sistemas de conocimiento y modifica nuestras relaciones sociales. La presente muestra pone ante nuestros ojos las raíces de este proceso de dominación de la imagen a través de la historia del grabado durante la Edad Moderna, valorando su componente material, el propio proceso de grabar, de fijar una forma sobre una superficie física a través de las diferentes técnicas del grabado desde la xilografía a la calcografía, analizando el lenguaje creativo de los principales grabadores y centros impresores.
Los pasos iniciados en el siglo XIV con el procedimiento de la xilografía, que utilizaba una plancha de madera, se materializaron décadas más tarde en el grabado calcográfico que ofrecía una mayor calidad, belleza y perfección. Este se realizaba sobre una plancha de cobre, cuya dureza permitía además aumentar los ejemplares publicados. De este modo, las estampa por su posibilidad de editarse en tiradas de numerosos ejemplares tuvieron desde sus inicios un gran impacto visual con la sociedad, divulgando escenas religiosas, retratos, alegorías, batallas, paisajes o mapas, configurando un bum memorístico de formas grabadas que influyeron en las composición artísticas. El grabado permitió como nunca había sucedido antes, el desarrollo de un flujo de información por toda Europa, fundamentalmente desde los centros de impresión flamencos, como Amberes, Bruselas o Ámsterdan e incluso a otras tierras como el continente americano.
El desarrollo de la imagen a través de grabados, estampas y libros impresos contribuyó a la transmisión del conocimiento, a la difusión de la doctrina y al impulso de la propaganda política. Las diferentes naciones se valieron de la omnipotencia del grabado para construir su imagen pública y legitimar su autoridad. También lo hicieron grupos, comunidades o nobles quienes se dieron a conocer a través de la imagen grabada. Aunque se utilizó como una imagen de dominio, también surgieron ideas que no pudieron controlarse y que encontraron mayor empuje y pujanza gracias a la circulación de sus grabados, subvirtiendo el orden establecido político y religioso.
En esta ocasión, será la colección de grabados de Francisco Fernández Pardo la que dialogue con algunas de las estampas encuadernadas en sus libros originales, conservados en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla. De nuevo, el CICUS ofrece aquí un lugar para la reflexión de presente desde la contemplación del pasado, descubriendo la experiencia de la presencia física y materialidad de los grabados.