Suben alborotados los pensamientos a mi cabeza, todavía no son materia. Son efímeros y frágiles. Se quedan parapetados detrás de mil razones atrincherados sin querer salir.
Artículos relacionados
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información