Memoria del descampado es un sorprendente libro de fantasmas, pero fantasmas sin sábana, a cara descubierta. Reconocibles para su autor, pero también para los lectores. Fantasmas que no dan miedo, pero que producen vértigo, excitación, zozobra. Fantasmas del añoranza y de la infinitud. ¿Acaso nuestros recuerdos no son también nuestros fantasmas, empeñados por el transcurrir de los años, aunque increíblemente nítidos en nuestra nuestra memoria? Todos vivimos en el descampado, entre esos montones que aparecen inexorablemente, donde una misteriosa e inquietante niña gato es capaz hasta de desorganizar el tiempo, para que el pasado y el futuro se confundan. Nos confundan. Ella custodia la llave y la brújula.