Todo hombre, herido por las ambiciones de su pareja, desataría a las fieras de la ira. Con ello conseguiría calmarlas y saciar su sed de sangre. Pero el protagonista cambia en su interior la venganza por el amor, que el tiempo conseguirá que se duerma en el corazón. Y dejándolo libre para poder conocer a la persona que llene el vacío que tiene en él.