Lo que se defiende aquí es que no hay que pedir permiso para ser. Y, Azor, mostrándose tal y como es, nos señala un camino por el que cada uno de nosotros puede transitar hasta decir con él: últimamente me parezco mucho a mí mismo. Al igual que en Las llaves que me salvaron, encontramos aquí dibujos (realizados por Rosa Regatos, madre del autor) que enmarcan el texto e impulsan la imaginación. Leonardo Reyes. Quiero mirarte con mis ojos más hondos, hablarte con mi más dulce voz, decirte mis palabras más bellas y cantarte mi mejor canción.