Arribó al puerto de la Habana, tras veintidós días de navegación, a finales del mes de enero. El calor abrumaba a pesar de ser bien temprano, la emoción de la llegada no le permitía dormir. Apoyado enla barandilla de proa contempló a babor El Morro y a estribor el Castillo de la Punta...Saga familiar en la que cada uni cuenta el momento histórico y personal que le ha tocado vivir.